Posición de arado
Halasana
La posición de arado o halasana, llamada así por su semejanza con el instrumento de siembra, actúa sobre la columna vertebral, brindando flexibilidad a la espalda y el cuello.
La posición de arado se debe ejecutar lentamente y mantener la posición final, para aumentar la irrigación sanguínea de la columna vertebral.
Esta postura produce una elongación de los músculos dorsales y estimula los órganos abdominales, a partir de su compresión. Además aumenta la irrigación cerebral y tiene efectos sobre el sistema simpático.
Por otra parte, la halasana brinda fuerza y flexibilidad a la zona de la espalda y el cuello, combate el insomnio y ayuda a desarrollar el equilibrio mental, al aumentar la relajación.
Realización de la posición de arado
- Parte de la posición de vela.
- Mantén las piernas juntas mientras bajas los pies al suelo, por detrás de la cabeza. Sostén con las manos la parte baja de la espalda, hasta tanto puedas realizarlo sin esta ayuda adicional.
- Cuando los pies alcancen el suelo, extiende los brazos a cada lado del cuerpo.
- Dirige los dedos de los pies hacia la cabeza y empuja con los talones hacia el piso.
- Manten la posición por lo menos 30 segundos, para comenzar y luego aumenta gradualmente, hasta dos minutos.
- Regresa lentamente a la posición inicial.
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