4 Bares de tapas en Madrid

Tomar una tapa y una caña es uno de los pasatiempos preferidos de todos los españoles. Encontrarse con los amigos a beber una cerveza y acompañarla de una buena ración, charla mediante, es algo que a todo el mundo gusta. La capital ibérica es un sitio por excelencia para lograr este cometido en toda su dimensión. Por eso mismo, si andas de turismo en Madrid, no pierdas la oportunidad de tapear en alguno de estos interesantes sitios.

Puedes probar en tu próxima salida con alguno de estos 4 bares de tapas en Madrid:

1. El Anciano Rey de los Vinos: Uno de los clásicos ineludibles. Cerca del Palacio Real y de la Catedral de Nuestra Señora de Almudena, este sitio se destaca (obvio) por sus vinos, pero también por su gran carta de tapas. Sin duda alguna, la centenaria "Regalito de toritos", especialidad de la casa, se lleva todos los premios. Pero también se pueden probar tripas a la madrileña, pulpo a la gallega, pimientos rellenos, huevos rotos, morcilla y más, todo bien regado, como corresponde. (Calle de Bailén, 19)
2. La Cueva del Faisán: Para aquellos que se fijan más en el ambiente y la música que en el menú, este sitio puede resultarles de maravillas. Si bien nadie se queja de la atención y las tapas que van saliendo junto a las cañas, todos se encargan de remarcar el buen clima y el trato que reina en el lugar, lo que no es poco. Y se puede beber la deliciosa cerveza Alhambra. (Calle de Espoz y Mina, 15)
3. La Madreña: En la zona del Rastro, este bar ya tiene su dimensión mítica tras sus espaldas. Atendido por sus propios dueños, las tapas van saliendo en todo su esplendor y variedad. Las cañas son económicas y esa es una buena razón para acompañarlas con delicias tales como los callos con garbanzos, las empanadillas, tomates aliñados, boquerones y, por supuesto, las clásicas tortillas. (Calle de Toledo, 106)
4. Los Rotos: Esta casa se especializa en todo lo que tenga que ver con tapas, cañas y vinos, pero con una particularidad: sólo se recomienda asistir si los huevos son tu especialidad. Es que prácticamente no se puede comer otra cosa allí. Se sirven huevos revueltos en cazuela o con pan, siempre con alguna especialidad en particular que acompaña: gulas, pisto, gambas, queso azul y un largo etcétera. (Calle de las Huertas, 74)

Obviamente, esta es una mínima elección de la innumerable cantidad de bares de tapas que existen en Madrid.