Electroestimulación en el fútbol
Electroestimulación y fútbol
La electroestimulación puede ser de gran utilidad en el entrenamiento para la práctica del fútbol. Pedro García explica cómo usar el electroestimulador, no sólo para mejorar tu rendimiento deportivo, sino además, para prevenir lesiones en el fútbol.
Muchos deportistas que practican fútbol se han puesto en contacto conmigo para realizar un plan de entrenamiento personalizado con electroestimulación. Los futbolistas quieren tener piernas más potentes, ser más veloces, aguantar más tiempo corriendo sin cansarse y sobre todo lesionarse menos. Pero es curioso cómo casi todos vienen con la misma inquietud. "me gustaría tener unos cuádriceps potentes para poder correr más y chutar más fuerte".
Cuando les llega el plan de entrenamiento personalizado todos se sorprenden por la manera de entrenar que les propongo. Nunca se les hubiera pasado por la cabeza ni esos programas ni esa frecuencia de entrenamiento ni esos músculos a trabajar.
A modo de reclamación, me escriben preguntándome... ¿Y por qué tengo que entrenar el isquiotibial si lo que yo quiero tener más fuerte es el cuádriceps?
La respuesta es bien sencilla.
¿Has visto en la tele cuando se lesionan los jugadores de fútbol, hacia dónde va la mano para atenuar el dolor? Casi siempre al isquiotibial. Los jugadores de fútbol muy frecuentemente se rompen por el isquiotibial. Es importante también tener bien compensado los cuádriceps, glúteos y gemelos, y por supuesto la cintura pélvica. Pero para evitar romper por la parte más débil, los futbolistas deben entrenar isquiotibiales. Sin duda alguna es uno de los músculos que más trabaja a la hora de lanzar la pierna para correr, teniendo que soportar muchos cambios de ritmo durante casi dos horas que dura un partido.
El entrenamiento de los isquiotibiales de manera voluntaria (con pesas en el gimnasio o con ejercicios específicos) es muy pesado, por eso se le dedica poco tiempo a trabajarlo y fortalecerlo, por lo que un alto porcentaje de deportistas tienen este grupo muscular descompensado con respecto al resto. De esta manera, cuando requerimos utilizarlo de manera explosiva e intensa como se hace en un partido de fútbol, es frecuente que se produzca un desgarro o un tirón al no estar lo suficientemente entrenado.
Con un electroestimulador, el entrenamiento de isquiotibiales siempre será mucho más fácil que de manera voluntaria. Dependiendo del momento de la temporada, de los objetivos personales de cada uno e incluso del puesto que ocupe en el campo (ya que no se puede o al menos no se debe de entrenar de la misma manera a un delantero que a un defensa puesto que realizan trabajos específicos diferentes), con uno o dos días a la semana será suficiente para que la próxima vez que tengas que realizar un sprint intenso no te preocupes de tus isquiotibiales. Seguro que por ahí no romperás.
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