El masaje de lujo
Características de los masajes de lujo
Hoy quiero compartir con todos vosotros lo que convierte el masaje en lujo. El masaje en este caso se convierte en lujo cuando entran en escena muchos detalles con una única intención: mejorar el bienestar mental. Pero estos detalles no significarían nada sin la calidad del masaje y el feed-back entre terapeuta y paciente. Cuando todas estas características se unen es cuando el masaje se convierte en lujo.
Ahora mismo, uno de mis proyectos laborales es llevar el Quiromasaje a los hoteles de lujo de Barcelona. Estoy trabajando en Hoteles de 4*, 5* y Gran Lujo. Y de la misma manera, para aquellos centros de Spa de hoteles de 5*, como lo son el H. Omm y el H. Àbac.
Ya llevo algunos meses, pero hoy quiero compartir con todos vosotros lo que convierte el masaje en lujo. Como son todas estas personas a las que practico quiromasaje y qué tipo de masaje realizo. Es una experiencia realmente enriquecedora.
Para empezar, el masaje en estos lugares se hace siempre en la misma habitación del cliente adaptándola a sus gustos: luz, música O bien en los centros Spa ya escritos, que se caracterizan por ser un lugar más bien pequeño pero totalmente acogedores.
La persona que solicita el masaje suele ser una persona habituada a dárselos, por lo que los valora mucho e incluso forman parte de su bienestar semanal. Dedicándole durante todo el año una sesión a la semana para relajarse. Para ellos el masaje es un arte además de una ciencia, palabras que se agradecen mucho cuando un terapeuta se ha tenido que encontrar en determinadas situaciones, pero que ahora no vienen al caso.
El masaje que suelen pedir suele ser un masaje fuerte para aliviar las contracturas. No suelen pedir florituras. Conocen las técnicas y saben lo que necesitan.
El masaje en este caso se convierte en lujo cuando entran en escena muchos detalles con una única intención: mejorar el bienestar mental. Detalles como poner unas gotas de aceites esenciales en el cabezal de la camilla; un baño de pies con pétalos de rosa, aceites esenciales y sal gruesa; la calidad de los aceites y cremas; camillas de agua Pero estos detalles no significarían nada sin la calidad del masaje y el feed-back entre terapeuta y paciente.
Cuando todas estas características se unen es cuando el masaje se convierte en lujo. Un lujo poder recibir una sesión de bienestar para todos los sentidos.
Como ya he dicho es una situación que personalmente sólo ha hecho que enriquecerme como terapeuta y como persona y deseo que siga así. Dar masajes a personas que lo valoran es realmente motivador y dónde he podido confirmar que los detalles son realmente importantes, como tantas veces antes he comentado.
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