Contraindicaciones de la creatina
Efectos secundarios del consumo de creatina en el deporte
Las ayudas exógenas, como el uso de la creatina para aumentar el rendimiento deportivo son un hecho, jugando un papel esencial en la recuperación al estímulo de entrenamiento. De todos modos, es importante conocer las contraindicaciones, para que esa ayuda no se convierta en un problema que termine disminuyendo la capacidad física, por provocar un efecto adverso.
La creatina es el suplemento más utilizado en los últimos años en el ambiente deportivo de alto rendimiento competitivo. Su uso está permitido por el Comité Olímpico Internacional, por lo que su ingesta no es considerada doping.
Los efectos positivos sobre el rendimiento deportivo son muchos, entre los que se destaca el aumento de la fuerza y masa muscular. Sin embargo las contraindicaciones que pueden observarse son:
Calambres musculares
Investigaciones realizadas por especialistas validan que la ingesta de creatina puede producir calambres musculares, provocado por un desequilibrio en el balance electrolítico muscular. Sin embargo, hay muchos estudios que dicen lo contrario, por lo que no existe una evidencia científica válida que demuestre que la creatina puede provocar calambres musculares durante la ejecución del ejercicio.
Probablemente, la aparición de estas molestias se debía a la intensidad que se hacía el ejercicio y no específicamente al uso de creatina.
Problemas gastrointestinales
Existen estudios que no reportan la aparición de molestias gástricas e intestinales por el uso de creatina, siempre que se la disuelva antes de ser ingerida. Por el contrario, hay investigaciones que refieren aparición de náuseas, vómitos y diarreas tras la ingesta, especialmente cuando se prolonga hasta los 3 a 5 meses su uso.
En este caso, puede darse el caso que la ingesta de glucosa combinada con la creatina provoque este tipo de desórdenes al saturar la capacidad de absorción del intestino.
Efectos sobre la función renal
Esta es la principal contraindicación, en personas con problemas renales no deberían tomar creatina porque puede provocar disfunción, ya que se elimina por los riñones a través de su metabolito, la creatinina.
Estudios de Green Haff, P.L. Poortmans, et al. no han detectado efectos adversos en la función renal por el uso de creatina como suplemento alimenticio. En general, hay que evitar la ingesta excesiva a largo plazo, es decir no más de 10 gramos por más de 10 días para evitar disfunciones renales.
Efectos sobre la función hepática
Earnest y colaboradores no revelaron aumentos en la bilirrubina sérica y la urea durante la ingestión de creatina. Robisnson et al. validaron que la suplementación de creatina a corto plazo (20 gramos/día, durante 5 días) o a largo plazo (3 gramos/día, durante 63 días) no produce efectos adversos en el hígado. Sin embargo, los estudios son muy recientes por lo que los efectos a muy largo plazo no se saben a ciencia cierta.
Lo recomendable es no excederse ni en la cantidad ni el plazo de ingesta de creatina, y cada dos o tres meses suspender su uso para promover una recuperación orgánica.
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