Reiki a distancia para salvar el mundo

Una maravillosa playa de Isla Verde, en Puerto Rico, ha sido recientemente el escenario escogido por destacados teóricos y amantes del Reiki para unir sus fuerzas con la Naturaleza en un ritual dirigido a sanar el planeta.

El Reiki, disciplina metafísica de origen japonés –fue el monje Mikao Usui quien desarrolló las bases de esta ciencia trascendental a mediados del siglo XIX- contempla la existencia de una energía vital universal –la propia denominación del método se compone de las palabras niponas "rei", que significa "universal" y "ki", que significa "energía"- con la que, en comunión con la Naturaleza, conseguir curar enfermedades de todo tipo, tanto de índole física como mental y espiritual.

Así, un grupo de personas se reunieron en una paradisiaca playa de Isla Verde, la zona turística más importante de Puerto Rico, para unir cuerpo y espíritu con la madre Naturaleza y, en un ritual sencillo pero cargado de significación mental y emocional, intentar sanar las múltiples heridas que, a criterio de los entendidos en los postulados del Reiki, mantienen al planeta sumido en un sufrimiento realmente alarmante.

El sencillo ritual se basó principalmente en la eliminación de las energías negativas quemando sal de higuera en alcohol y formulando una serie de oraciones que, con el incomparable sonido de las olas como fondo, buscaban frenar el proceso que, tomando como ciertas antiquísimas profecías mayas que hablan de tremendos cambios climáticos en los próximos cinco años que terminarán provocando una transformación global del planeta.

Para la teoría Reiki, el planeta se halla en una fase de crisis como consecuencia de un ciclo continuo en el devenir del planeta, de forma que el paso al siguiente ciclo viene dado por un cambio brusco y necesariamente doloroso para la Humanidad. De este modo, oraciones y acciones como la de Isla Verde no tienen más objetivo que reducir, en la medida de lo posible y a través de la unión con la Naturaleza, la dureza e intensidad del teórico golpe que dará paso al siguiente ciclo vital.