Cómo cocinar una langosta congelada en casa
Cómo preparar la langosta: recetas con langosta
¿Sabes cómo preparar la langosta? En este artículo no sólo te diré cómo cocinar una langosta viva o congelada en casa, sino que además te compartiré recetas con langosta, para que su preparación deje de tener secretos para tí. ¡Acompáñame!
Cómo cocinar una langosta
Como te anticipé, no existe una sóla forma de cocinar la langosta. Te diré las diferentes alternativas para que elijas la que prefieras.
Viva
Si quieres cocinar una langosta fresca y recién pescada, debes cocinarla viva. Sí, ¡viva!, de tal modo, tu langosta tendrá mejor sabor.
- En una olla con agua, añade 2 cucharadas de sal por cada ¼ litro de agua.
- Lleva al fuego hasta que hierva.
- Sumerge la langosta viva de cabeza en el agua hirviendo.
- Tapa la olla y deja que la langosta se cocine.
- El tiempo de cocción varía de acuerdo con el tamaño de la langosta.
- La langosta estará cocida cuando su caparazón se ponga color rojo intenso.
- Retira del fuego y deja enfriar y escurrir en un plato.
Congelada
Si no te animas a cocinar la langosta viva, puedes hacerlo congelada. La desventaja de cocinar la langosta congelada es por una parte, que no tendrá tan buen sabor y por otra, que es probable que se cocine de más y quede demasiado blanda. Sin embargo, si sigues este paso a paso, lograrás que tu langosta congelada quede tan rica como si hubiese estado fresca y viva.
- Descongela la langosta, sin sacarla del refrigerador.
- Una vez descongelada, hirve en abundante agua con sal.
- Estará cocida cuando la cola se curve.
Cómo preparar la langosta
Ahora que tienes tu langosta ya cocida, te interesará saber cómo preparar la langosta. Pues bien, existen diversas formas de hacerlo, pero te compartiré las más frecuentes.
A la mantequilla
Sin duda, la langosta a la mantequilla es la forma más sencilla de preparar la langosta para llevar a la mesa. No obstante, tu langosta cocida no necesita más. Sírve la langosta en un platillo. Acompaña con una salserita con mantequilla derretida.
A la parrilla
Otra de las formas en las que puedes preparar la langosta es a la parrilla. En general, las colas de langosta se cocinan a la parrilla. Corta las colas de langosta en forma de mariposa. Pínta con aceite de oliva y coloca sobre la parrilla. Asa aproximadamente, 5 minutos de cada lado.
Recetas de langosta
Además de estas formas básicas de preparar la langosta, puedes elaborar muchas recetas con langosta, a cual más apetitosa y tentadora. A continuación, encontrarás algunas opciones.
Al horno
Si no tienes parrilla, puedes cocinar tu langosta al horno. Házlo del mismo modo, que si lo asaras a la parrilla. Al darla vuelta, si lo deseas, espolvorea con ajo picado, sal, pimienta y mantequilla y asa unos minutos más. Sirve con mantequilla y limón.
Al mojo de ajo
Para preparar la langosta al mojo de ajo, calienta mantequilla en una sartén con abundante ajo picado. Abre la langosta cocida por la mitad y coloca en una fuente de horno. Vierte la mantequilla sobre sobre la langosta y lleva a horno bien caliente, hasta que se dore.
Comer langosta: beneficios
En cualquier caso, comer langosta no sólo es un placer para el paladar, sino que además, su consumo reporta muchos beneficios para tu salud. En principio, es muy baja en grasas y calorías por lo que puedes incluir langosta en tus dietas para adelgazar. Sin embargo, este es sólo una de sus múltiples propiedades. ¿Te gustaría conocerlas? Pues entonces, no dejes de revisar los siguientes enlaces.
- Es rica en antioxidantes. En efecto, gracias al alto contenido en antioxidantes de la langosta, su consumo es muy beneficioso para prevenir muchísimas enfermedades degenerativas. Tal es el caso de la astaxantina, el pigmento que le da su característica coloración rojiza, un antioxidante bueno entre otras cosas, para la vista.
- Tiene un bajo contenido de purinas. Si bien como la mayoría de las carnes, la langosta contiene purinas, su contenido es relativamente bajo, en relación a otras carnes. Como debes saber, las purinas son las responsables del aumento del ácido úrico en sangre. Si tienes gota, probablemente tu médico te haya indicado una dieta para bajarlo.
- Aporta poco colesterol. Como la mayoría de los mariscos, la langosta aporta mucho menos colesterol que las carnes rojas o la carne de ave. Además, su contenido en grasas saturadas es muy bajo. De allí que no existen motivos para que te prives de disfrutar una rica langosta, si tienes el colesterol alto.
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