Cuidados de los cactus

Los cactus, pertenecientes a la familia de las cactáceas, requieren de mucha luz, aunque hay que tener precaución, ya que la exposición al sol directo durante todo el día puede dañar a algunas especies sensibles. Lo ideal es una zona donde llegue sol por unas 5 a 6 horas al día.

Si cultivamos cactus en macetas, debemos tener cuidado de que no se quemen las raíces por sobrecalentamiento del recipiente. Esto podemos evitarlo prefiriendo macetas de color claro o cubriendo las de color oscuro con tela o papel blanco.

En general, los cactus resisten temperaturas bajas, pero hay que tener cuidado con las especies de zonas cálidas, a las que no debemos exponer a menos de 5º C.

También hay ciertas especies que no toleran un suelo húmedo cuando hace frío. Por ello, durante los meses de frío extremo se recomienda tenerlos resguardarlos de la lluvia y si es posible, protegerlos al interior de la casa o en un invernadero.

Estas plantas necesitan un sustrato bien aireado y poroso, nunca debe encharcarse agua. Resulta ideal plantarlos en una mezcla de arena y tierra vegetal abonada.

El riego no es necesario en invierno. El resto del año la frecuencia de riego depende de las temperaturas de cada lugar y de las condiciones de cultivo. En general es bueno regar cada 15 días en primavera, cada 10 días en verano y mensualmente en otoño, disminuyendo a medida que se acerca el invierno. Siempre debemos dejar que la tierra se seque bien entre cada riego.