Trucos para elegir el mejor pescado
Cómo elegir pescado bien fresco y en su punto
El pescado, como todo, tiene sus propios trucos. No todas las piezas sirven y, sobre todo, no todas están frescas. Siguiendo los consejos de este artículo, podrás escoger el mejor pescado para llevar a tu mesa, así no tendrás problema alguno.
Escoger un buen pescado requiere de sus trucos y de determinado conocimiento. Esto está claro y es igual a escoger verduras, frutas y cualquier alimento. Tiene que ser un proceso completamente sensorial, donde podrás en juego varios de tus sentidos: el tacto, la vista y el olfato. Los tres te ayudarán a saber si lo que tienes delante tuyo es una pieza fresca o algo que mejor dejar donde está.
La carne de pescado es una de las más saludables que existen y, por ende, nunca hay que desestimarla en la dieta diaria. Siguiendo estos consejos podrás desarrollar una mejor habilidad a la hora de escoger el pescado, tomando algunas claves que te permitirán comerlo fresco, en su punto y sin olores desagradables. Bueno, el resto será cuestión tuya: este artículo te ayudará a elegirlo; de cocinarlo te encargarás tu.
Estos son algunos buenos trucos para elegir el mejor pescado:
- El asunto del olor es fundamental. El aroma del pescado debe ser salado, de mar, con esos vapores tan típicos de un producto de océano. Pero si el olor es demasiado fuerte y se siente a pescado propiamente dicho, lo más probable es que ya haya ingresado en su cuesta descendente. Si es que no está algo pasado, directamente.
- Los ojos también son muy importantes. Deben verse convexos, brillantes, casi como si aún estuviesen vivos. Si, en cambio, están como borrosos, hundidos y grisáceos, mejor empezar a buscar tu pescado por otra parte.
- Si vas directamente a los refrigeradores de un gran supermercado, fíjate bien si en el envase se especifica si es fresco o previamente congelado. Muchas de las cosas que se venden allí están (a temperaturas muy bajas, sí) allí hace bastante tiempo. Esto no significa que el pescado sea malo, pero no es lo más fresco y a punto que podrás conseguir, eso seguro.
- Mírale sus branquias. Debajo de las agallas, el pescado debe lucir rojizo si está realmente fresco. Otros colores no son del todo auspiciosos.
- Toca su carne. Si puedes hacerlo, no dudes en tocar su carne, que debe mostrarse firme y en condiciones, debe oponer resistencia. Si está demasiado blanda... Probablemente ya esté comenzando a entrar en estado de putrefacción.
- Fíjate si no hay nada extraño sobre los filetes. Un pescado cortado que estuvo mucho tiempo expuesto al aire, comienza a recubrirse por una especie de mucosa o sustancia viscosa que indica su falta de frescura.
- Aprecia su piel. Tanto si vas a comprar filetes con piel o pescado entero, es fundamental fijarse que la piel esté bien brillante, que todavía luzca vivaz. Es que el tiempo hace mella cuando se ve un color apagado en la pieza.
- Si vas a volver a casa un tiempo después de comprar el pescado, procura poder usar una bolsa refrigerante especial o, mucho mejor, un refrigerador portátil. Cualquier cosa que sea apta para mantener la cadena de frío de tu pieza será suficiente.
Como se dijo anteriormente, ahora te toca tu turno. Pero tampoco te vas a quedar sólo en esta instancia. Aquí tienes para probar algunas recetas tales como una clásica paella de pescado, un rico salmón al té verde, un atún a la mediterránea o un pescado asado con salsa árabe. Tan sólo cuatro de las posibilidades que puedes poner en práctica después de haber elegido lo mejor que había en el mercado. :)
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