El poder relajante del canto y la música
Relajación mediante la escucha de canto y música
El canto es una de las buenas maneras por las cuales se puede acceder a la relajación. Unido a la música y a los sonidos de la naturaleza, genera ambientes que proyectan una gran paz y tranquilidad. Seguramente estas opciones te resulten bien.
El poder del canto y de la música es realmente notable. Podemos haber tenido un día de esos para el olvido pero, al llegar a casa, entrar en contacto con determinados sonidos nos lleva hacia otro lugar donde solamente hay paz y tranquilidad. No es de extrañar: las sonoridades correctas pueden generar en nosotros un gran efecto relajante.
Cuando hablamos de cantos relajantes, lo hacemos primordialmente en dos grupos principales: el canto gregoriano y el tibetano. Ambos tienen aspectos corales, voces múltiples que van elevando sus sonidos en forma de mantra. El canto es liberador, pero, a su vez, produce en quien lo escucha un efecto notablemente balsámico. Cada pequeña célula vocal se va uniendo con la otra, generando una cadena de sonidos relajantes realmente notable, que no parece terminarse nunca.
Estos podrían ser tres buenos ejemplos:Una interesante combinación de guitarras hawaianas con uno de los mejores estilos de canto que existen: los de la naturaleza, más precisamente el mar. Los sonidos marítimos generan un estado de bienestar como pocas otras cosas. Disfruta de esta pieza.
Las notas tradicionales de los cánticos budistas son un sinónimo de paz y tranquilidad para el cuerpo y mente. Así, al menos, lo atestigua este genial mantra. El efecto final es sumamente relajante y atrapante, ideal para conseguir llevar la mente hacia un sitio mágico.
Sin duda alguna, el canto gregoriano tiene un enorme poderío para lograr tranquilidad, paz y relajación. Y si viene de la mano de los legendario Monjes de Silos, pues mucho mejor aún.
No duden en deleitarse con esta maravillosa entonación.
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