Cromlech de Stonehenge

A unos trece kilómetros al norte de Salisbury, en Inglaterra, se encuentra el Cromlech de Stonehenge, una de las formaciones de monolitos más importante que existen en el mundo y, sin lugar a dudas, una de las más paradigmáticas. Compuesta por cuatro círculos de menhires, la parte exterior tiene unos treinta metros de diámetro.

El origen de Stonehenge se remonta a unos 2.500 años antes de Cristo, aunque se considera que la parte más antigua del monumento, tiene más longevidad aún. La larga data de la formación y la escasez de documentación existente sobre el pueblo bretón, que construía estas formaciones monolíticas, impide precisar el verdadero sentido de su utilización.

Todo hace creer que se trataba de un lugar sagrado para los pobladores, también empleado como monumento funerario y como centro astronómico. Se han encontrado algunos indicios que hablan de cadáveres de la época, enterrados en el lugar. Pero la poca cantidad de los mismos, hace pensar que se trataba de un sitio reservado especialmente, a personalidades notables.

Como curiosidad, este Cromlech de Stonehenge, durante el solsticio de verano, es atravesado por el sol, justo en su eje. De esa manera, se estima que se empleaba para predecir las estaciones. También la piedra simbolizaba la muerte para el paganismo, mientras que el círculo de madera de Woodhenge podría significar su lado contrapuesto. Lo cierto es que es un lugar sagrado de visita indispensable para todos aquellos que gusten de los misterios.