Cómo cocinar y comer el sorgo
Un grano muy común en Asia y África
El sorgo es quizás hasta más popular que el trigo en algunas partes del mundo. Cuenta con el beneficio de ser un cereal integral, que puedes incorporar en tu dieta con total versatilidad y que no tiene gluten. ¿Te vas a perder de aprender cómo cocinarlo y comerlo?
El sorgo está considerado un grano, semilla o pseudocereal que no es de los más populares en el mundo hispanoparlante, de eso no hay dudas. No son muchos los hogares en donde este elemento aparece como una fuente alimenticia habitual, pero en otras partes del mundo, principalmente en África, China e India, es un puntal base para la mesa de la población.
En esas locaciones, el sorgo es un must total. Se hace hasta cerveza con él. Pero aquí, al ser un elemento desconocido, mucho no se sabe de su uso. Y es una pena que así sea, pues se trata de un cereal muy interesante, tanto nutricionalmente como por la versatilidad que ofrece una vez lo tengas listo para ser comido.
Cómo cocinar sorgo
El sorgo necesita cocción sí o sí. Es un grano firme y que debe ser hervido en agua o caldo para que tome la contextura necesario. Al ser un grano integral lleva su tiempo, pero justamente esa es una de sus gracias: que es un alimento sin procesos, puro, que aporta carbohidratos, vitaminas B y E, algo de proteínas y muchos minerales.
Atención, pues no solamente hervido se puede cocinar el sorgo. También puedes tostarlo en una cacerola con un chorrito de aceite, tal como si fueran palomitas de maíz. Lógicamente, en un momento dado comenzará a inflarse y estará a punto. Esto mismo sucede con la quinoa o determinados tipos de arroz, sin ir más lejos.
Cuando se emplea en forma de harina, pues no hay ningún misterio: se usa como cualquier tipo de harina y va genial para celíacos y anti-gluten, ya que no tiene contenido alguno de TACC.
Cómo comer sorgo
Las ideas que se te pueden ocurrir a la hora de comer el sorgo son infinitas. Piensa en cómo usarías un poco de arroz, cous cous, trigo burgol, mijo o quinoa y podrás aplicar cualquiera de esas intenciones para el sorgo.
- Desayuno de sorgo. ¿Ya aprendiste a hacer las palomitas de sorgo que viste algunos párrafos encima? Endúlzalas y cúbrelas con leche, puede ser de vaca o vegetal. Así tendrás un rico plato para comenzar el día.
- Ensalada de sorgo. Sorgo hervido, tomate cortado en cubos, la parte verde de la cebolleta picada, mucho perejil, algunas aceitunas negras, aceite de oliva, zumo de limón y un toque de miel. Tendrás una especie de falso tabbouleh de sorgo que puede ir genial para acompañar comidas o incluso como una buena cena estival.
- Risotto de sorgo. Como si se tratara de arroz, cocina el sorgo sobre una base de cebolla picada y sofria en aceite de oliva y luego cocido en caldo, removiendo constantemente. Obviamente, esta es la base, pudiendo completarlo con setas, espinaca, puré de calabaza o el perfil de sabor que más te venga en gracia.
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