Hiperactividad y déficit de atención, ¿consecuencia de la alimentación?

De acuerdo a ciertas investigaciones neurometabólicas, se pudo observar que existía una relación entre los trastornos de hiperactividad y déficit de atención y la alimentación. Al parecer aquellos niños que padecían de dichos trastornos tenían a su vez problemas digestivos.

El grupo de niños que sufrían de ambos problemas de salud, tenían síntomas como por ejemplo: falta de concentración, ansiedad, depresión, distracción, problemas de memoria, problemas organizativos, insomnio, alergias de piel, dolores musculares, rechinar de muelas y dientes, etc.

Estas investigaciones apuntan a evaluar ciertos conservantes y colorantes que producirían estos síntomas, y los trastornos de hiperactividad y déficit de atención. Algunos de estas sustancias serían los salicilatos, colorante E 110, E 124, E 122, tartazina, entre otros.

Si bien se sigue investigando, todavía no hay reglamentación para eliminar estos compuestos de los alimentos, o advertir que pueden desencadenar este tipo de trastornos. Por ello, si un niño sufre de este hiperactividad o déficit de atención, es importante consultar al médico sobre la posibilidad de un análisis de sangre especial que determine si es intolerante o no a algún conservante y/o colorante.

De ser así, sería necesario eliminar de la dieta los alimentos que contengan estas sustancias para reducir los síntomas antes mencionados, y controlar el síndrome de déficit de atención e hiperactividad.