El exótico fruto de la Lúcuma
Desde el fondo de los tiempos
De verde brillo ancestral, el fruto de la lúcuma formaba parte de la dieta habitual de antiguos pueblos americanos, que valoraban sus importantes propiedades nutritivas. Varios milenios después, lo redescubrimos aquí.
La lúcuma es un árbol originario de los valles interandinos de Perú y Ecuador, además de haber sido introducido en el sector central de Chile. Pouteria lucuma es su nombre científico, y pertenece a la familia de las sapotáceas.
Se cultiva con el objetivo de obtener su fruto, empleado mayormente en gastronomía para la confección de postres y helados, pero que además posee importantes aplicaciones para la salud.
La madera del árbol también es utilizada para fines industriales y en el área de la construcción. Se caracteriza por ser liviana, aunque compacta.
Es un árbol perenne, recto y cilíndrico, que llega a alcanzar una altura de quince metros. El fruto, de forma cónica redondeada, está recubierto por una piel verde brillante hasta alcanzar la madurez, cuando cambia por una tonalidad pardosa.
De acuerdo a distintas investigaciones arqueológicas, representaciones pictóricas de los pueblos originarios que habitaban los valles interandinos del Perú documentarían su utilización a partir del VIII milenio antes de Cristo.
El fruto de la lúcuma posee un alto valor nutricional y es una gran fuente de carbohidratos, vitaminas y minerales. Actualmente, su exótico sabor es demandado por la más selecta gastronomía internacional, siendo uno de los productos peruanos que registra mayor volumen de exportaciones.
Se utiliza en mayor medida para darle sabor a helados, cremas, tartas, batidos y otros postres o bebidas.
Asimismo, se han demostrado sus importantes propiedades contra enfermedades de la piel y contra la depresión, entre otras patologías.
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