La farmacia, el autodiagnóstico y la gente, por Andy Pindur
Una constante en el mundo de la salud
Andy Pindur, nuestra colaboradora, tiene una gran experiencia en materia de consultas médicas, aún sin ser médica, pues es farmacéutica y mucha gente va y acude con sus dolencias. ¡Lee su nueva columna y sigue metiéndote en su mundo!
Andy Pindur es nuestra habitual colaboradora. Ella es farmacéutica y tiene una gran experiencia detrás del mostrador, recibiendo consultas de toda clase. En esta columna, te introducirá un poco en su mundo, donde trata con mucha gente que se autodiagnóstica y ella, claro, trata de ayudarlos. ¡No te la pierdas!
La farmacia, el autodiagnóstico y la gente, por Andy Pindur
Siempre he tratado de colaborarle a una persona cuando me consulta sobre su molestia, su dolor, su pesar en el mostrador de farmacia. Intento encontrar una explicación dando una serie de consejos sanos que he recolectado a lo largo de mi trayectoria profesional, mis experiencias positivas y de las otras pero aprendidas al fin.
Incrementando mi capacidad de tolerancia, mejorando el sentido del saber escuchar, cuando meter bocado y cuando callar y tomando una dosis de paciencia diaria para calmar la ansiedad del consultante.
Como cualquier hija de vecino que quiere tender una mano amistosa, un abrazo en señal de apoyo, unas cuantas frases que trasformen esa venida del paciente serio en una salida con un levantar del brazo y sonrisa. La alegría y la vida plena, no vienen en una pastilla.
Es así que para muchas patologías hay respuestas concretas, probadas y hasta por ahí nomás, y que dan buenos resultados en la mayoría de los casos.
Hasta que me encuentro con personas que se comunican conmigo a través del blog de salud o las redes sociales, contándome sus casos. Pacientes que iniciaron sus visitas al médico, luego a otro y luego a otro especialista, pasando por un curandero o una tarotista o lo que sea.
También en los últimos 15 años con la explosión de internet en casi todos los hogares, el diagnóstico propio surge de leer en la web tratando de encontrar respuestas, ya que a cada lectura que hacen se dicen a sí mismos: “pero si esto es lo que tengo yo”.
A veces están bastante cerca de pegarle al diagnóstico basado en su sintomatología. Luego vuelven al médico y le preguntan si puede ser posible que hayan resuelto ellos mismos esa posible enfermedad que los aqueja. El médico hace lo que puede, no siempre cuenta con todos los medios para resolver el caso, ya que depende del paciente, de si éste tiene obra social o no, si tiene dinero o no para los estudios que puedan confirmarlo.
Normalmente si lo consideran válido, o simplemente para descartar, prescriben las órdenes para la realización de esas prácticas médicas.
El paciente consulta sobre la prestación y suele encontrarse con que debe desembolsar una gran suma como plus aunque tenga cobertura en su obra social, o luego le es reintegrado a los 2 a 3 meses, pero mientras tanto deben disponer de ese importe y no lo tiene. La orden se vence pasados los días sin encontrar una solución y eso es historia repetida.
Allí entran las consultas en la nube sobre tratamientos alternativos, curarse con plantas, alimentación saludable. Y aquí estoy yo tratando de orientar en base a hierbas. Por eso mismo, en próximas entregas, les voy a ir relatando alguna de esas historias para ustedes.
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