Cómo usar el electroestimulador para evitar lesiones musculares

¿Te has preguntado alguna vez por qué ocurren las lesiones musculares?

Bajo mi punto de vista, catalogaría a las lesiones musculares en dos grandes grupos:

• Las que se pueden evitar.
• Las que no se pueden evitar.

Dentro de las lesiones musculares que no se pueden evitar, estarían las fortuitas, como puede ser una torcedura de tobillo, un encontronazo con otro compañero, una caída, un mal movimiento...

Ante este tipo de lesiones musculares poco podemos hacer para evitarlas. Tal vez tener más precaución e ir más atentos para la próxima vez, calentar más y mejor antes de comenzar la actividad, o incluso estar más fuerte y musculado para minimizar las consecuencias de la lesión.

Después tenemos las lesiones musculares que sí que se pueden evitar, como pueden ser:

• Las lesiones provocadas por una incorrecta alimentación e hidratación.
• Las lesiones provocadas por falta de descanso.
• Las lesiones provocadas por falta de entrenamiento.

Esta sería la base de un buen entrenamiento físico, comer y beber bien, dormir muy bien y entrenar bien. Si realizas bien estas tres pautas, las lesiones musculares estarán alejadas de ti.

Aquí no voy a hablar sobre comer, beber y dormir. Aquí os hablaré de entrenar y de cómo un electroestimulador os puede ayudar a mejorar en vuestros entrenamientos para evitar las lesiones musculares.

Entrenando de forma voluntaria, sea el deporte que sea, nuestro cuerpo y músculos van a estar limitados por el dolor, es decir, en el momento que nuestro organismo alcance su límite se van a disparar los mecanismos de defensa que nos harán parar o ir más despacio para que no rompamos.

Esos mecanismos son el dolor y el cansancio. Es cuando nos duelen los músculos y comenzamos a estar cansados, por mucho que queremos no somos capaces de dar más de nosotros. Si en tu entrenamiento voluntario realizas muchas series al límite para conseguir mejorar tu rendimiento, puede que estés rozando el umbral de la lesión y del sobreentrenamiento y cada día que pasa, a tu organismo le costará más recuperar.

Por otra parte, es evidente que ese es el mecanismo que te hará mejorar en tu forma física; sobrepasar de manera programada y periodizada tus límites del cansancio.

¿Cómo te puede ayudar aquí un electroestimulador? Muy sencillo. Un entrenamiento de electroestimulación no estresará todo tu cuerpo como hace un entrenamiento voluntario. Tan sólo se va a centrar en los músculos entrenados, siendo un complemento perfecto para conseguir mucha más fuerza, resistencia, explosividad o simplemente relajar la zona.

El entrenamiento de electroestimulación muscular bien aplicado casi siempre se realizará a una intensidad superior a la del entrenamiento voluntario (por eso tras un entrenamiento de electroestimulacion normalmente hay agujetas, porque se ha trabajado por encima del umbral de la resistencia del músculo), ya que un entrenamiento de electroestimulación no está delimitado por el cansancio del músculo, sino por la intensidad que tú le apliques y la sensación de dolor que percibas.

De esta manera, complementando tu entrenamiento con electroestimulación tendrás unos músculos más resistentes y fuertes. Conseguirás dar a tus músculos un plus que harán retardar de manera considerable el cansancio y la fatiga, alejando de ti la mala suerte de sufrir lesiones musculares provocadas por la falta de entrenamiento.

Para conseguir que tus músculos estén bien preparados, un electroestimulador es el complemento perfecto.