El ejercicio como terapia
El movimiento: técnica y conducta
El ejercicio físico es más que una serie de gestos destinados a fortalecer un grupo muscular. De hecho, el movimiento más que una técnica determinada, se puede decir que es una conducta total. Entender eso te puede llevar a utilizar a la actividad física como una poderosa terapia.
La forma de poder ejercitarse es a través del movimiento.
El movimiento es más que una técnica determinada, se puede decir que el movimiento es una conducta total, cuando te mueves expresas todo el contenido de tu personalidad.
- El trabajo para aumentar la fuerza muscular hace elevar tu autoestima y tu confianza, por tanto, te sientes más equilibrado e integrado con tu cuerpo.
- Los ejercicios de estiramiento te dan la posibilidad de percibir tu cuerpo de una manera más sutil, de este modo, aumentas tu esquema corporal, tu calidad de movimiento y la capacidad de respuesta a situaciones diversas.
El movimiento es la expresión de lo que pasa en tu interior. Una postura cerrada, define una depresión o problema no resuelto. Por tanto puedes modificar tu postura conscientemente para disparar mecanismos que beneficiarán tu estado de ánimo.
La explicación puede ser muy compleja, pero básicamente se debe a que la postura adecuada favorece la irrigación sanguínea, por lo que el cuerpo se libera de toxinas y baja su acidez. Eso se nota inmediatamente con una sensación de placer y bienestar.
El ejercicio, a través del movimiento estimula las sinapsis nerviosas, estableciendo nuevas conexiones neuronales, en otras palabras, tu cerebro crece y aumenta su capacidad de relacionar conceptos.
En una apretada síntesis, pretendí exponer el uso superador que la actividad física posibilita, contribuyendo a la calidad de vida desde otra perspectiva.
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