Nunca es tarde para ponerse en forma
Guía para tu plan de acondicionamiento físico
El movimiento y la actividad física son medios fundamentales para el niño, ya que se relaciona con la construcción del conocimiento a través de su cuerpo. A medida que maduramos, el ejercicio pasa a un segundo plano por diversos motivos, uno de los principales es la falsa excusa, de tener muchos años para comenzar algo. Sin embargo, es importante que redescubras los beneficios a todo nivel que te brinda la actividad física regular para poder estar en buena forma.
El ejercicio regular, produce innumerables beneficios tanto desde el punto de vista motor como cognitivo y socio-afectivo.
No se reduce a una simple modificación corporal, sino que implica a todos los planos de la conducta humana.
Sin embargo, los resultados más visibles se comprueban externamente con la adaptación del cuerpo a la actividad física:
- Aumentando la masa muscular
- Disminuyendo el tejido adiposo
- Incrementando la eficiencia cardíaca
- Aumentando el metabolismo basal
- Disminuyendo la frecuencia cardíaca en reposo
Todos estos resultados se logran luego de una rutina sistemática, regular y planificada y en aproximadamente 10 semanas se pueden ver y percibir dichas modificaciones.
Los beneficios y la adaptación al ejercicio son iguales tanto para un joven como para personas de mayor edad. Puedes lograr lo mismo dependiendo de tu nivel de condición física.
Eso provoca modificaciones en tu conducta, ya que te sientes más seguro de tus capacidades.
Por tanto, el ejercicio excede el mero hecho de promover la salud; es una necesidad humana para relacionarse con el medio y con los otros, incrementar la capacidad motora, y hasta aumentar la capacidad cerebral con la creación de nuevas conexiones sinápticas que se forman cuando aprendes nuevos movimientos.
El ejercicio es un hábito definitivo que debes incorporar a tu vida.
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