Bicicletas fijas para la tercera edad

Bicis estáticas para actividad aeróbica de adultos mayores

En respuesta a un usuario de Innatia que preguntó sobre la existencia o no de bicicletas fijas para la tercera edad, cabe señalar que ésta depende de varios factores y no sólo de una cifra determinada. Se puede tener los años de tercera edad, pero la condición física de un adulto, por tanto es positivo intentar hacer lo que se pueda según la capacidad individual, incluso actividad aeróbica en bicis estáticas.

Entre otros factores, el concepto de "tercera edad" depende de la condición física que se tiene al momento presente.

Las adaptaciones de las diferentes máquinas y aparatos de gimnasia tienen que ver con el grado de movilidad de cada persona, y no tanto por la cantidad de años. La poca o mucha movilidad puede tener diversos factores y muy variados, desde una pequeña discapacidad motora, pasando por artrosis, artritis y llegando a la obesidad mórbida, donde el porcentaje de grasa corporal constituye un freno al movimiento libre y espontáneo.

Existen básicamente dos tipos de bicicleta fija. La estándar que es exactamente igual a la bicicleta de paseo o montaña con su asiento estrecho y la disposición del manillar idéntica a cualquier bicicleta normal que se ven por las calles.

También están las bicicletas con asientos con respaldo con la pedalera adelante. Este tipo de bicicletas es la que normalmente se recomienda para personas con movilidad reducida, dado que no hay peligro de caerse, ya que se está sentado como si fuera un sillón.

Sin embargo, si bien en esta bicicleta no es necesario mantener el equilibrio, la postura de la espalda llama a engaño, porque te obliga a pedalear separando los muslos 45º con respecto a la pelvis. En personas que sufran alguna patología de espalda puede llegar a profundizar el problema, ya que cuando se separan los muslo 45º con respecto a la pelvis trabajan en solidaridad los músculos de la espalda.

Por tanto no siempre lo que parece mejor es lo más beneficioso. Si se pueden montar sobre una bicicleta estándar y mantener estable la espalda es preferible a las de respaldo y evitarán consecuencias desagradables.