Eliminar toxinas

Las toxinas están en todas partes y existen multitud de formas para paliar sus efectos nocivos sobre el organismo.

Agentes externos como el tabaco o el alcohol, así como muchos de los alimentos que consumimos proporcionan una toxicidad similar, por culpa de determinadas sustancias químicas, pesticidas y otros componentes que contienen por diversas acciones externas. Así, la sangre es la encargada de transportar estos elementos de desecho y los intestinos e hígado, los responsables de su exterminio o depuración. Por ello, el alcohol, el tabaco y ciertas grasas no facilitan la tarea, lo que unido a las agresiones provocadas por la contaminación ambiental, complican la función depuradora del organismo.

Por todo ello, una dieta equilibrada que nos permita conservar un peso ligeramente por debajo del recomendado, la práctica continuada de ejercicio físico, evitar la exposición a estos productos y aumentar el consumo de verduras, beber dos litros de agua al día, podrían ser algunas de las recomendaciones a seguir.

En cuanto a la piel, la mejor manera de preservarla de estas agresiones es someterla a exfoliaciones cutáneas. Una ligera capa de algas, diversos tipos de aceites o aplicarse barro son algunas alternativas naturales para recuperar el brillo y la tersura de la piel, ante las agresiones cotidianas.