Dieta para la hepatitis B
Alimentación buena para la hepatitis B
Aquellas personas que padecen de hepatitis B tienen una complicación extra a la hora de alimentarse, aunque no lo es tanto como parece. Simplemente tomando en cuenta algunas recomendaciones básicas, puedes llevar una vida normal desde el punto de vista de la dieta, siempre con ciertas restricciones debido a la enfermedad.
La hepatitis B es una enfermedad para la cual no se conoce una cura pero que puede ser bien sobrellevada si se toman los recaudos necesarios. Por supuesto, la alimentación equilibrada es uno de ellos. Pero, contrariamente a lo que se cree, se puede llevar una dieta balanceada, aunque con las restricciones lógicas del caso.
Estas son algunas de las recomendaciones alimenticias para las personas que sufren de hepatitis B:
- Lo fundamental en una dieta para la hepatitis B es evitar las grasas en la medida de lo posible, ya que son las que más perjudican al hígado. Por supuesto, también debe evitarse el alcohol.
- Es importante tener una dieta con buena carga de proteínas (que puede llegar a ayudar a reparar las células dañadas) como así también de algunos carbohidratos, ya que colabora con la protección del hígado.
- Se recomienda a los pacientes de hepatitis B hacer más comidas pequeñas y no pocas y copiosas. Entre cuatro y seis comidas diarias en vez de dos grandes, por ejemplo. Esto significa mucho menos trabajo de golpe para el hígado.
- También se aconseja que las personas con hepatitis B consuman alimentos con propiedades beneficiosas para el corazón (frutas, vegetales y granos), además de beber dos litros de agua al día y tomar bebidas enriquecidas con suplementos alimenticios entre comidas.
- No olvides las plantas para el hígado. El cardo mariano o el boldo, por poner sólo dos ejemplos, pueden ayudar a que tu zona hepática trabaje mejor.
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