¿Se puede quitar los hongos de un alimento y comer la parte sana del mismo?
Cuidados a tener en cuenta
La alimentación es un cuidado básico que debemos tener para mantener la salud del organismo en óptimas condiciones. En ocasiones desconocemos que algunas costumbres que solemos practicar pueden traernos aparejados trastornos graves. Tal es el caso de los hongos en los alimentos, ¿qué debes hacer?...
Es muy probable que a diario te encuentres con ellos: hongos en los alimentos. Los puedes encontrar en las frutas, verduras, el pan, el queso, etc.
En ocasiones solo una pequeña parte del alimento está afectada por estos microorganismos y lo que hacemos generalmente es sacarlos y utilizar la parte sana del mismo. ¿Verdad?
Pero, nunca te has preguntado: ¿es saludable hacer esto?
Qué son los hongos
Se trata de organismos pluricelulares del reino Fungui, que muchas veces pueden ser vistos a simple vista o con la ayuda de un microscopio.
Poseen ramas y raíces que tienen la apariencia de finos hilos. Muchas veces ante la presencia de un hongo en un alimento, es difícil ver cómo están dispersas en el mismo.
El problema sobre todo radica en el hecho de que muchas veces en las ramificaciones de los hongos, se alojan bacterias.
Esto ¿puede generar problemas a la salud? La respuesta es afirmativa, toma nota de sus consecuencias…
Efectos secundarios de los hongos
Existen infinidad de hongos, algunos pueden ocasionar:
- Reacciones alérgicas
- Problemas respiratorios
- Enfermedades
Presencia de hongos en los alimentos
Debes de tener en cuenta que cuando encuentras un alimento con hongos, sobre todo si la parte afectada es grande, con toda seguridad existan ramificaciones y raíces casi invisibles pero que afecten al resto del alimento.
Te preguntarás: ¿estos hongos son peligrosos para la salud?
Como decíamos anteriormente, algunos son inofensivos, otros pueden causar reacciones alérgicas y hay algunos que producen mico toxinas que pueden generar serios trastornos en la salud.
Las mico toxinas son sustancias venenosas producidas por hongos que generalmente se encuentran en los granos, nueces, en el apio, jugo de uvas, manzanas y otras frutas y vegetales.
Una de las peores mico toxinas conocidas en la actualidad se llama aflatoxina, y los científicos han descubierto que es capaz de causar cáncer.
La aflatoxina gusta de vivir en el maíz y en el maní sobre todo.
No todos los hongos son malos
Por supuesto, que no todos los hongos que puedes ver en los alimentos representan un riesgo para la salud. De hecho, algunos se utilizan en la elaboración de algunos quesos, como el Brie y el Camembert.
En el caso del queso Roquefort, Gorgonzola y azul, son preparados con la ayuda del hongo P. roqueforti o esporas de Penicillium roqueforti.
Se sobrentiende que estos hongos se pueden consumir y no representan ningún daño a la salud.
En qué condiciones crecen los hongos
Generalmente gustan de ambientes cálidos y húmedos, pero no te confíes en ello porque como quizás hayas observado en alguna ocasión, también pueden crecer en el frío del refrigerador.
Hay hongos que les gustan la sal, el azúcar y hasta los alimentos muy curados como el caso de los jamones, salames, etc.
Cómo prevenir que a los alimentos se les formen hongos
Para evitar que los hongos crezcan e invadan tu comida, debes de mantener ciertos hábitos:
- Siempre que puedas cubre los alimentos para que las esporas que puedan encontrarse en el aire no los contaminen.
- Utiliza recipientes de almacenamiento con tapa para los alimentos perecederos y refrigéralos correctamente.
- Consume sobras solo hasta tres o cuatro días después de haber sido elaborados.
- Limpia el interior del refrigerador una vez al mes, preparando una solución con 1 cucharada de bicarbonato de sodio disuelta en un cuarto de agua.
- Mantén limpios los paños, la esponja de lavar platos y otros utensillos de uso diario..
- Lo ideal es que los ambientes de tu hogar no tengan más de un 40 % de humedad ambiental.
Cómo actuar frente a los hongos
Si encuentras hongos en:
- La carne y encurtidos: deshazte del alimento.
- Sobras de carnes y pollo: deshazte del alimento.
- Sobras de comida: descártalos.
- Granos cocidos y pastas: descártalos.
- Quesos duros: quita 1 cm por debajo del hongo y utiliza nuevamente.
- Quesos blandos: descártalos.
- Yogur y queso crema: descártalos.
- Mermeladas y jaleas: descártalos.
- Frutas y vegetales duros (zanahorias, coles, etc.): quita 1 cm por debajo del hongo y utiliza nuevamente.
- Frutas y vegetales blandos (pepinillos, tomates, etc.): descártalos.
- Pan y otros productos de panadería: descártalos.
La próxima vez que te encuentres frente a un alimento con hongos, evalúa su tamaño y en qué alimento se encuentra para evitar futuras complicaciones de salud.
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