Chloé Doutre-Roussel: Una vida dedicada al chocolate

Chloé Doutre-Roussel es experta en la cata del cacao y además ha hecho de ello, su profesión.

¿Quién ha dicho que comer chocolate todo el día sea pecado?. Pues bien para Chloé Doutre-Roussel no sólo no es pecado sino que ha hecho de ello, su profesión por la que, además de cobrar un sueldo, vive intensas y placenteras jornadas de trabajo, degustando este delicioso manjar. De hecho, llega a ingerir entre 300 y 500 gramos por día.

Lo cierto es que Doutre-Roussel mantuvo su primer contacto con el cacao cuanto tenía meses. Marchó a París, donde nació su auténtica pasión por el chocolate. A los 20 años ya era una experta catadora. El día de esta efeméride, sus amigos le taparon los ojos con un pañuelo, le pusieron delante una caja con 18 variedades y fue diciendo de qué marca era cada uno, sin equivocarse. Fue en 1998 cuando obtuvo su primer empleo, relacionado con esta pasión, en la exquisita pastelería parisiense "La Durée", donde comenzó como una "trainee" sin sueldo (en el laboratorio de chocolates), llegando poco después a convertirse en la gerente de la tienda.

En enero de 2003, la tienda londinense Fortnum & Mason, de la que también es cliente la reina de Inglaterra, la seleccionó entre 3000 candidatos para ocupar el cargo de compradora de chocolates. A partir de este momento, los medios la catalogaron como la persona con el mejor trabajo del mundo y, aunque ella niega esta afirmación, explica que el puesto le ha abierto las puertas de las mejores fábricas de chocolate del orbe. Poco después, con la experiencia adquirida, montó su propia consultora y ahora viaja por el mundo, asesorando a sus clientes y visitando plantaciones de cacao, fábricas y bombonerías, con la intención de mantenerse informada sobre las últimas novedades y vanguardias del mundo del chocolate.

Si bien, sus clientes están en América latina, Japón, Estados Unidos, Italia e Inglaterra, reside en Francia, donde ha publicado el libro "The Chocolate Connoisseur".

Hoy en día, multitud de países productores a través de sus empresas le llaman para pedirle consejo. También realiza seminarios, conferencias y da clases de cata, además de psicoanalizar la influencia del chocolate en las personas.