Para qué sirven y cómo consumir los salsifís
Una raíz muy generosa para tu salud y paladar
Los salsifís son una raíz que puede asemejarse al nabo o a la zanahoria, pero con sus propiedades propiedades y usos. ¿Quieres conocerlos un poco más? Aquí tienes una excelente oportunidad para hacerlo. ¡No te lo pierdas!
El nombre de salsifí puede sonarte raro quizás, pues se trata de un tubérculo que no es de los más populares dentro del mundo de la alimentación. Pues, hay que decirlo, no cuenta con la misma fama de la patata, la zanahoria, ni siquiera del nabo. Pero, más allá de todo esto, es una pequeña genialidad.
Esta planta, de todas formas, es más popular dentro del hemisferio norte. Es de la familia del diente de león y cuenta con una raíz carnosa, cremosa, con la apariencia de un nabo, pero con un rico sabor que, dicen, se aproxima al de la ostra. Pero mejor, sigue leyendo e indaga más acerca de él.
Qué propiedades tienen los salsifís
- Tienen un alto contenido de potasio. Esto los convierte en un genial vegetal para los músculos, el sistema nervioso central y también para ayudar a controlar la presión alta.
- Son muy buenos para la digestión. Los salsifís favorecen la formación de bifidus, una bacteria muy beneficiosa para generar enzimas digestivas. Es por esta razón que lo hace bastante atractivo para aquellas personas que sufren problemas intestinales.
- Aptos para cualquiera. 100 gramos de salisfís crudos te aportan unas 70 calorías, son ricos en folatos y además también aportan tiamina, entre muchos otros nutrientes. Una maravilla por todo concepto.
Cómo se usan en la cocina
Al ser una raíz larga y amarronada, hay que comenzar por pelarlo, luego de lavarlo bien. Y, al ser un tubérculo algo firme, necesitará cocción. De hecho, requiere de entre 15 y 30 minutos para estar en su punto justo.
En cuanto a su uso, podría decirse que puede emplearse directamente como cualquier patata. Puedes hornearlo, puedes hacerlo puré y hasta freírlo. Una de las formas más habituales de comerlo es, una vez hervido y tierno, salteado en un poco de mantequilla y terminado con sal y pimienta. Así, queda como una guarnición deliciosa para cualquier plato.
¿Te vas a animar a probar los salsifís? Vamos, que tienen una pinta sensacional y con los consejos que has visto, no te los vas a poder perder.
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