Cómo preparar una sal con especias

Una receta casera muy sencilla y genial para tus comidas

Una sal especiada puede llegar a resultar genial para tus comidas y también para tu salud. ¿Por qué? Porque usarás menos cantidad de sodio, pero también aumentarás el sabor de tus platos con la sencilla adición de algunas hierbas y condimentos. Desde ya, puedes probar con esta receta.

Todos saben perfectamente que el exceso de sal es perjudicial para la salud. El sodio no es nada bueno y, cuanto más dosificado esté en la dieta, pues mejor. Retendrás menos líquidos y ayudarás a la salud cardiovascular o de tus riñones, entre otras cosas.

Una buena forma de controlar un poco el consumo de esta sustancia es mezclándola con deliciosas especias. Así obtendrás una genial sal condimentada, que tendrá la función de darle sabor a tus platos, de realzar su gusto, pero también de darle un toque diferencial. No hará falta que uses tanta cantidad y verás que tienes un saborizador maravilloso.

Ingredientes:

Media taza de sal marina fina
Una cucharada de orégano seco
Una cucharada de salvia seca
Una cucharada de estragón seco
Media cucharada de ajo en polvo
Una cucharadita de jengibre
Una cucharadita de romero
Una cucharadita de cúrcuma

Preparación:

Comienza moliendo la sal marina hasta dejarla lo más fina posible. Siempre recuerda que la sal marina que ya viene refinada ha perdido parte de sus nutrientes y por eso es mejor hacerlo en casa.
Muele en un mortero todas las hierbas y especias que van en esta preparación. Ten en cuenta que sean secas y que es fundamental molerlas para que se integren de forma más homogénea con la sal.
Está claro, el próximo paso será el de unir condimentos y sal hasta que se integren por completo. Guarda en un recipiente hermético para que se conserve bien seca.
A la hora de emplear, tu dirás. Va bien para condimentar carnes de toda clase (sobre todo pescado y vegetales), para salsas, una ensalada, una sopa o lo que más te guste.

Desde ya, este es tan sólo uno de los modos que tienes de preparar una sal especiada. Puedes darle un toque oriental aumentando la cúrcuma y sumando comino, canela, más jengibre y alguna otra especia característica. Si quieres una sencilla pero con personalidad, añade pimentón y pimienta de cayena.

En fin, las combinaciones son infinitas. Pero trata de usar siempre sal marina cuando las prepares, ya que tiene menos sodio, aporta otros minerales que la sal refinada carece, posee mejor sabor y no hará falta que uses menos cantidad.